
(El primer amor por Dios se renueva). Introducción: Como nos enseña Apocalipsis uno éste es un mensaje para las siete iglesias de Asia menor. En los capítulos dos y tres el Señor le habla a cada una de aquellas iglesias en particular, se presenta de manera diferente a cada iglesia y le habla de acuerdo a su condición.
Aunque la iglesia de Efeso debe renovar el primer amor por Dios; sin duda estos mensajes son también para la iglesia universal, y siguen vigentes pues la palabra de Dios permanece para siempre. Es tiempo de buscar a Dios:
Renueva tu primer amor por Dios.
Consideremos este tema a la luz de la iglesia de Efeso:
a) Las obras, el trabajo y la perseverancia de la iglesia. Apocalipsis 2:1-3, 6.
Ante esta iglesia el Señor se presenta como el que tiene a sus siervos en su mano derecha, los protege, los bendice y los forma. Además él es quien anda en medio de los siete candeleros o de las siete iglesias. Es Jesús quien da vida a la iglesia con su presencia y desea gobernarla para bendición.
A esta iglesia el Señor le dice: “Yo conozco…”. No era desconocido el servicio y el trabajo de la iglesia de Efeso para el Señor, Jesús reconoce su perseverancia y servicio, así como su resistencia a los falsos ministros. La iglesia perseveraba fielmente a pesar de las adversidades y persecución.
La iglesia de Efeso también aborrecía la obra de los nicolaítas. Era posiblemente una secta que mezclaba el gnosticismo, cristianismo con cultos paganos y promovía la inmoralidad sexual). Algunos, sin plena confirmación, señalan a Nicolás (el diacono) como autor y director de aquella herejía.
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b) La iglesia había descuidado su primer amor por Jesucristo. Apocalipsis 2:4.
La expresión “primer amor” significa: el principal amor, el más importante amor. La Biblia al día dice: “ya no me amas como al principio”. El nombre “Efeso” significa: amada, deseable, precisamente la iglesia correspondía a ese amor de Jesús, pero poco a poco aquel amor se descuidó hasta llegar prácticamente a apagarse.
Aquel amor con el que empezó a seguir los pasos del Maestro, aquel amor con el que empezó a buscar su presencia y con el que alimentaba su vida de adoración, fue menguando hasta que la rutina religiosa ocupó aquel lugar y aunque servía a Dios, ya no lo amaba como al principio.
Según Apocalipsis 2:5 el Señor mismo le dice a la iglesia lo que debe hacer. Lo primero es “recordar”, es decir hacer memoria y repasar aquellas alturas espirituales que había alcanzado como resultado de buscar a Dios, pues de aquellas alturas celestiales había caído. El camino a seguir es el arrepentimiento, y volver a las obras primeras, volver a las sendas antiguas.
Si la iglesia no vuelve al primer amor por Dios entonces dice Jesús: “quitaré tu candelero de su lugar”; es decir la iglesia perdería la luz de Cristo que allí resplandecía, perdería la presencia de Dios en ella. Aquella lámpara en Efeso se apagó un tiempo después, actualmente Efeso es sólo ruinas, y no hay iglesia local cristiana en kilómetros a la redonda. Sólo en Cristo encontramos verdadera vida…
c) El Espíritu Santo y su papel en la restauración del primer amor por Dios. Apocalipsis 2:7.
Como podemos ver en éste versículo siete, es el Espíritu Santo quien habla a la iglesia; en el versículo uno es Cristo quien comienza hablando a la iglesia de Efeso y es el Espíritu Santo quien termina haciéndolo, asunto que nos permite ver la perfecta armonía y unidad entre Cristo y el Espíritu Santo.
Uno de los símbolos del Espíritu Santo en la Biblia es el fuego, y es precisamente él quien aviva el fuego de Dios en nuestro corazón, es vital entonces procurar y renovar la comunión con el Espíritu Santo.
El texto nos llama a ser sensibles a la voz del Espíritu Santo, y nos dice además que este mensaje comienza siendo para la iglesia de Efeso, pero luego nos dice: “el Espíritu dice a las iglesias” entonces es un mensaje para todos. El llamado de Dios es a vencer la apatía e indiferencia hacia las cosas de Dios.
Aquel que con la fuerza de Dios logre vencer y superar el doble ánimo, la pereza, la religiosidad, el enfriamiento espiritual, el Señor “le dará a comer del árbol de la vida” es decir disfrutará las bendiciones que Dios nos ha preparado en Cristo Jesús, podrá gustar y vivir los privilegios del reino de Dios.